Vivir no es otra cosa que arder en preguntas

sábado, 21 de junio de 2014

El Sol

Me gustaría preguntarle al sol por qué ilumina, aunque capaz eso le quitaría todo su encanto. Me gusta el sol.
Cuando pica mi piel es lindo. Cuando hace frío se vuelve especial. Cuando las nubes se lo llevan, yo lo extraño. Cuando vuelve, todo es más bello. En verano es una esferita perfecta con su amarillo rompe ojos, a mi no me los rompe, pero los aclara. En invierno es una nube blanca, tiene un brillo transparente y cariñoso, como si no le gustara estar tan lejos de la tierra y quiere darle unos mimitos a la gente que está caminando en la calle. Ese brillo sí rompe mis ojos, no me gusta mucho que haga eso, hace que no lo pueda ver; aunque no importa, de esa forma es muy lindo para ver lo que hace, no lo que es.
 Salir de casa por primera vez y verlo me llena el alma, por unos segundos, el calor se siente. Me pica la piel de la cara, como si fuera un familiar apretándome los cachetes, saludando. Cuando cierro la puerta y empiezo a caminar, el sol me acompaña y lo hace a mi ritmo, inclusive en los momentos en que voy apurada, él corre.
Y no me abandona, siempre está ahí. Algunas veces se pone de frente para que yo lo siga y pensemos cosas tontas. Otras se pone a mis espaldas, empujándome los omóplatos con su calorcito, así puedo seguir avanzando y hace que no tenga frío si hay algo de viento sur.
De noche tampoco me abandona. El sol le pide a la luna que me cuente sus cosas cuando no me puede ver directamente. El sol le manda unos mensajes a la luna para que me los diga, o simplemente le pide que se quede en silencio y me pase la luz del sol con su cara.
Cuando la luna tiene sueño y se pone a dormir (la luna tiene franco cada 21 días), el sol le pide a sus pequeñas primas que envíen su mensaje. Pero estos días son en los que yo no veo mucho al sol ni a su mensaje, porque la ciudad pretende imitar al sol, lo hace de día y de noche, y con sus arcos de contaminación lumínica soberbia, tapa la luz de las estrellas. Pero no importa, esos días nada más me voy a dormir y espero a levantarme al otro día.