Vivir no es otra cosa que arder en preguntas

viernes, 24 de junio de 2016

Atribución

Es tan fácil y humano culpar al mundo, diciendo que es gris, mientras abrimos un pozo y nos  adentramos en él.
Siempre hacemos la escalera demasiado corta, y cuando vemos que nos hemos resbalado, desde la última cuerda que formaba su estructura, le gritamos al mundo:

-¡Idiota! ¡Me dejaste caer, con todo lo que hice por ti!

Pero debemos callar, como las respuestas que no recibimos, que no existen, pero que pensamos que estan sólo silenciosas.
El hecho es que nosotros sí estamos vivos.
Las respuestas se pueden inventar pero, muchas veces, no son necesarias y estorban.