Vivir no es otra cosa que arder en preguntas

jueves, 30 de junio de 2016

Las chicas altas

Ella se encontraba parada en el frío, sobre sus tacos húmedos que ya estaban apuñalando sus pies, pensando, mientras se asomaba por una ventana al interior de un auto, sintiendo el aliento y los vapores de un hombre que no se interesaba en su nombre.

- Por culpa de este pito, estoy con frío.

Ella,  para ser mujer, debe rebajarse a la calle, permitiendo el abuso
de su cuerpo.

- Al menos a alguien le gusta mi cuerpo, por minutos o por horas, disfruta de lo que soy.

Tiene orgullo pero le falta el respeto. Trata de ignorar este hecho, pero muchas veces es más fuerte que ella. Suele pensar que está mal, que no debería ser así, que si tiene pito tiene que ser varonil y usar corbata. Pero no le sale, ella no es así.

- 100 pesos la hora.

Ella no quiere ser hombre y no la dejan ser mujer. Ella es eso, un objeto mas; instalada en un cuerpo que le resulta amorfo, que no encaja en ninguna categoría.

Ella eligió hace unos años: tuvo dos opciones, que en realidad resultaban ser solo una verdad y una mentira. Era hombre o mujer.  Pero cada opción venía con sus condiciones. Si era hombre, debería sacrificar todo su ser, mentir y ocultarse debajo de algún ropaje viril que le permitiera alguna posición estable. Si era mujer, al fin podría revelar lo que era, pero con la condición de existir por medio de una sola cosa: el sexo.

Como el espíritu de cualquier humano y con los sentimientos que nunca podria evitar, eligió el camino de la mujer. Pero no es el camino real, es la mínima condicion de mujer por los precios mas caros. Poder ser ella misma tiene el precio de sentir a cualquier hombre en su interior, sea quien sra, sin importar su opinión.

La sociedad solo permite que la mujer sea aquella que satisface deseos. Si tiene pene, debe pagar el doble para poder serlo. Para verse como mujer, debe ser utilizada como una. Y al no ser "puramente mujer" no se la contempla más que como un fetiche barato.

Ella está feliz de ser mujer, pero le gustaría ser persona.

domingo, 26 de junio de 2016

Cultura del Portero Eléctrico

Yo fui criada bajo la cultura del Portero Eléctrico. Bajo un pitido te llaman, sin nombre, te solicitan. Uno si quiere contesta o deja abandonado al sujeto delante de la puerta. Se presiona un botón para comenzar a hablar y que el otro escuche la voz; puedo elegir mediante otro botón el escuchar o no al otro. Se elige cuándo se habla, cuándo se escucha y cuándo se calla, uno mismo y el otro.

Dejar abandonado al otro no es una cuestión de indiferencia, sino una consecuencia de la supuesta libertad de comunicación e interacción. Esta es mi cultura, en la que me crié, esta metida en mis huesos, y es dificil de corroer.

viernes, 24 de junio de 2016

Atribución

Es tan fácil y humano culpar al mundo, diciendo que es gris, mientras abrimos un pozo y nos  adentramos en él.
Siempre hacemos la escalera demasiado corta, y cuando vemos que nos hemos resbalado, desde la última cuerda que formaba su estructura, le gritamos al mundo:

-¡Idiota! ¡Me dejaste caer, con todo lo que hice por ti!

Pero debemos callar, como las respuestas que no recibimos, que no existen, pero que pensamos que estan sólo silenciosas.
El hecho es que nosotros sí estamos vivos.
Las respuestas se pueden inventar pero, muchas veces, no son necesarias y estorban.

lunes, 13 de junio de 2016

Nada, eso.

Nos asombramos de los opuestos que hay en el mundo, con lo extremo que puede ser todo. Somos lo suficientemente egoistas como para atribuirnos la totalidad del universo. El extremo es retroalimentado por la mente humano, lo depositamod en el mundo y lo volvemos a captar. Somos eso y queremos el mundo asi.

domingo, 12 de junio de 2016

Fin de semana

Cuerpo inerte, hace semanas que nada sentía, nada expresaba. Un observador ocasional podría haber dicho que, ese cuerpo, era sólo un cadáver. Pero no cualquiera logra, masajeando los pulmones, revivir el corazón. Manos suaves, estómago flexible, besos fuertes. Células mortales, amor eterno.

domingo, 5 de junio de 2016

La única cosa a salvo

Un estímulo, un impulso, un destino. Un pasado, un presente, un futuro. Rey de las mejores felicidades y el peor verdugo. Nada de blancos ni negros, pero sus colores son claros y evidentes. Ideas claras y miedos ocultos. Una persona y un ideal,   entremezclados, para formar lo mejor de las cosas del universo: el amor de  mi vida, el amor que me da vida.