Vivir no es otra cosa que arder en preguntas

lunes, 18 de agosto de 2014

El Pozo

 El pozo tiene agua pero su balde no llega a recoger ni un poco de ella. Se está contaminando el agua. Algunas veces se encuentra muy cristalina y fresca, pero cuando cae el atardecer (por mas rutinario que sea) el agua se vuelve marrón. Y nadie puede ni quiere tomar de un pozo que tiene el agua marrón.

 Cuando amanece, el agua sigue así, oscura. Aunque esto no suele ocurrir de la misma manera todos los días. Puede que al amanecer el agua se purifique y que sea similar al agua de río (pero con pocas chances de permanecer así durante 24 horas). Puede que en el transcurso de un día este en constantemente transformación, de contaminada a pura, de marrón a cristalina y viceversa.

 Todo el mundo prefiere un agua en la que pueda meter sus manos y poder apreciarlas rodeadas del líquido. En las aguas de este pozo eso es posible, durante cualquier estado de pureza del agua, a no ser que esté demasiado contaminada ese día. Pero aún así las personas que visitan al pozo de agua no la purifican, solamente meten sus manos en el agua fría. En el pozo suelen quedar algunos papeles y residuos que las personas dejan allí sin darse cuenta y muchas veces sin mala intención. Una persona normal podría tomar el papel y arrojarlo en un tacho, pero el pozo no sabe o no puede sacarlos. Entonces solo hace que sus aguas remolineen y los residuos se vayan al fondo. Suele pasar que, cuando el pozo realiza esta acción, empiece a salpicar un poco de agua, mojando a las personas que se encuentran a su alrededor, lo que provoca que se molesten un poco (sin entender bien por qué han sido mojadas) y se alejen del pozo.

 El pozo siempre es el pozo. Aunque insista en modificarse, está fabricado de cemento y rocas pesadas. Comprende que si quisiera aumentar su capacidad o cambiar su forma debería mover esas piedras, que han sido colocadas allí bien derechas y prolijas. Los terremotos son todo un problema. Al no ser flexible, sufre muchos daños cuando uno de estos sismos ocurre. El cemento busca con fuerza afirmarse y permanecer así, derecho y las rocas se abrasan a él. Pero como el cemento no cede, se empieza a agrietar y a perder toda la prolijidad que solía tener. Por permanecer derecho, se tuerce.