Por esta razón el humano está en un desafío constante, buscando reducir a la más mínima expresión la realidad, al punto de que llega un momento en que si se "retira" o no se tiene en cuenta ciertos elementos, la realidad no es real en si misma, sino que se transforma en algo diferente y que no es.
De esta forma llega el fracaso, ahora el caos está un poco más ordenado (en el humano, porque la realidad en realidad sigue siendo la misma) pero ya el límite mínimo de la realidad se encuentra difuso y con pocas chances de que se vuelva completamente visible.
