en que te ibas a quedar,
jugando distraídos
sin prestarnos mucha atención;
solo la suficiente
para saber que
estabamos queriéndonos.
Sonando el celular
te vas yendo;
no para siempre
pero sí del momento.
Se nos desmorona
un pequeño futuro,
pero el alivio de saber
que mañana volverás
es suficiente
para construirlo de nuevo.