"La verdadera razón no está libre de todo compromiso con la locura; por el contrario, debe seguir los caminos que ésta le señala (...). Pero este sendero, aun cuando no conduce a ninguna sabiduría final, aun cuando la ciudadela que promete no es sino un espejismo y una locura renovada, ese sendero, sin embargo, es en si mismo el sendero de la sabiduría, si se le sigue a sabiendas de que, justamente, es el de la locura"