Vivir no es otra cosa que arder en preguntas

lunes, 6 de octubre de 2014

El Héroe de las Mil Caras - Joseph Campbell

"La figura delo Monstruo-Tirano es conocida en las mitologías, en las tradiciones populares, en las leyendas y hasta en las pesadillas en todo el mundo, y sus características son esencialmente las mismas.Él es el avaro que atesora los beneficios generales. Es el monstruo ávido de los voraces derechos del "yo y lo mío". Los estragos por él provocados están descritos en la mitología y en el cuento de hadas y son de universales consecuencias dentro de sus dominios. Éstos pueden reducirse a su habitación, a su psique torturada, a las vidas que contamina con el toque de su amistad y de su ayuda, o pueden alcanzar a toda su civilización. El ego desproporcionado del tirano es una maldición para si mismo y para su mundo aunque sus asuntos aparenten prosperidad. Aterrorizado por sí mismo, perseguido por el temor, desconfiado de las manos que se le tienden y luchando contra las agresiones anticipadas de su medio, que son en principio reflejos de los impulsos incontrolables de adquisición que se albergan en él, el gigante de independencia adquirida por si mismo es el mensajero mundial del desastre, aun en el caso de que en su mente alienten intenciones humanas. Donde pone la mano surge un grito, si no desde los techos de las casas, sí, más amargamente, dentro de cada corazón; un grito por el héroe redentor, el que lleva la brillante espada, cuyo golpe, cuyo toque, cuya existencia libertarán la tierra.

 (...) Sólo el nacimiento puede conquistar la muerte, el nacimiento no de algo viejo, sino de algo nuevo. Dentro del alma, dentro del cuerpo social, si nuestro destino es experimentar una larga supervivencia, debe ser una continua recurrencia del "nacimiento" (palingenesia) para nulificar las inevitables recurrencias a la muerte. Porque por medio de nuestras victorias, si no sufrimos una regeneración, el trabajo de Némesis se lleva a cabo: la perdición nace del mismo huevo que nuestra virtud. Así, resulta que la paz es una trampa, la guerra es una trampa, el cambio es una trampa, la permanencia es una trampa. Cuando llegue nuestro día por la victoria de la muerte, ésta cerrará el círculo; nada podemos hacer , con excepción de ser crucificados y resucitar; ser totalmente desmembrados y luego vueltos a nacer."